Entrevista a Roberto Márquez por Ilka Oliva Corado

Por Ilka Oliva Corado en Rebelion.org //

Tuve la hermosa oportunidad de entrevistar a Roberto Márquez, fue en la madrugada del domingo 19. Recién terminando su concierto logré interceptarlos mientras se dirigían hacia sus camerinos y preguntarles si era posible que me dieran una entrevista, me dijeron que sí pero que si podía esperar a que autografiaran discos. Así es que mientras el bullicio del público enloquecido de amor por los Illapu hacía eco en primer nivel de la Old Town School of Folk Music yo esperaba en el silencio escalofriante del sótano a que llegara el momento de la entrevista.
En esa tranquilidad y soledad, sentada en una banca, vi pasar a uno por uno de los integrantes, muy amables y carismáticos, todos me saludaron con la sencillez de la gente de barriada. Me emocionó. Me emociona la gente humilde en su grandeza. Quién los viera volando tan alto y aún mantienen esa modestia de la gente extraordinaria. Al filo de la media noche terminaron, cansados y afónicos, mientras el resto del grupo descansaba en el camerino fue Roberto quien atendió a mi llamado de inquietudes de una niña heladera. Pensé que sería algo de unos diez minutos, por la hora y por el cansancio de ellos, pero se prolongó a media hora. En ese tiempo Roberto dictó cátedra de sociología, geopolítica, ciencias naturales, Derechos Humanos, Memoria Histórica y música. Lo único que puedo decir es que fue un privilegio conversar con él y aprender de su consecuencia.

“La canción no cambia nada, no cambia las cosas, pero sí que provoca que tú te puedas cuestionar la realidad que te toca vivir.” -Roberto Márquez Bugueño, Illapu.

Cuarenta y cuatro años de trayectoria, con más de veintidós discos grabados, ¿cómo se resumen cuarenta y cuatro años?

Es difícil, es muy difícil porque además en esos 44 años nosotros hemos estado al lado de nuestro pueblo. Nacimos en 1971 en plena unidad popular y precisamente el grupo se creó por todo el renacer que había de nuestra cultura y nosotros decidimos hacer un grupo, somos antofagastinos, en el norte de Chile y jamás pensamos que esto iba a ser tan largo el camino –sonríe con sorpresa-.

Pero después fuimos a Santiago y grabamos, viene el Golpe, cosa que nos deja bastante complicados y nos disolvimos como un año por seguridad y volvimos a reaparecer en el año 74. En el 76 nos hicimos muy populares en plena dictadura con el “Candombe para José”, y eso significó que tuviéramos una cierta protección porque éramos muy populares y era difícil que a esa altura nos hicieran algo directo.

Igual nosotros hacíamos una canción que la poesía era lo que aprovechábamos para decir cosas y bueno estuvimos ahí hasta el año 76 como te decía; fuimos muy populares, fuimos a la televisión pero a la vez de hacernos populares en lo artístico profesional, digamos, la gente de los distintos sectores nos empezó a pedir que solidarizáramos con ellos y empezamos a ir a las poblaciones, a las barriadas a tocar por la Vicaría de la Solidaridad y con las Bolsas de Cesante, entonces eso nos empezó a costar que el régimen nos empezara a perseguir más directamente; a allanarnos, nos complicaba los conciertos, nos prohibieron en la televisión.

Entonces nosotros salimos en el año 78 a gira a Europa, volvimos a Chile y las cosas se pusieron más complicadas. Cuando salimos en el 81 a una segunda gira, cuando regresábamos en octubre del 81 nos expulsaron del país. Nos detuvieron, nos expulsaron y ahí empezó una época de exilio en París, donde por supuesto nos sumamos de lleno al exilio que estaba en contra de la dictadura.

El año 86 decidimos irnos a vivir a México, cambiamos nuestro exilio a México y allá esperamos nuestro retorno. Nosotros por fin pudimos volver a entrar a Chile en el año 88, en septiembre cuando viene el Plebiscito y se autoriza a los exiliados entrar. Entramos y ya vivimos en Chile, vivimos el retorno, recuperamos la popularidad que teníamos un tema que se llama Lejos del Amor, que lo tocamos hoy día también, que se hizo muy popular y eso ha significado que en este camino nuestras canciones sean reflejo de lo que nos toca vivir.

Si tu recorres nuestra discografía ahí está plasmada lo que ha sido la historia de nuestro pueblo y de América Latina, nosotros somos un grupo que estamos mirando mucho al resto de América Latina. En el repertorio hoy día no hemos tocado pero tenemos un repertorio muy amplio que recoge la música de América Latina.

Seguimos con mucho interés los procesos que se están desarrollando en América Latina, en Venezuela que comenzó con Chávez, siguió con Maduro. En Bolivia con Evo Morales, en Argentina, en Uruguay, la verdad es que en América Latina están soplando vientos de muchos cambios que en Chile desgraciadamente hemos sido un poco traicionados por la clase política, pero creemos que de esto debería salir algo mejor, ojalá una Asamblea Constituyente donde el pueblo se pronuncie ante esta realidad que nos toca vivir porque desgraciadamente bajo una constitución hecha de la medida de Pinochet. Y además desgraciadamente a partir del 90 muchos de los partidos de la Concertación se hicieron parte del modelo, mucha gente del gobierno una vez que terminaba en el gobierno entraba a los directorios de las empresas, entonces yo creo que ese explica un poco el descalabro que hay hoy en día.

Pero sentimos que hay una reserva moral que son los estudiantes, unos estudiantes que han sido muy valientes, que han salido a la calle, que han hecho que nuestro pueblo nuevamente vuelva a creer. En salir a la calle a luchar por sus derechos y eso significó, en el 2011 empiezan las movilizaciones y eso reactiva todos los movimientos sociales. En Chile hoy día se vive una realidad muy diferente de la que se vivía en los noventa, en los noventa estaba todo apagado.

Había una democracia en la que todos pensábamos que se iban a hacer las cosas por las cuales se había luchado, por las cuales hay tantos desaparecidos en Chile, tantos muertos y la verdad que esto no ha sido así, pero sentimos que hay una reserva moral. Hace dos día hubo una concentración de más de ciento cincuenta mil personas, donde los estudiantes no solo peleaban por la educación chilena, sino que también demandaban, esta marcha era en contra de toda la corrupción que hay, entonces ellos han puesto ese tema como que muy encima y eso siento que es una tremenda ayuda.

De hecho hoy en día hay estudiantes que están en el Congreso, estudiantes que fueron muy emblemáticos en la lucha a partir del 2011, y ellos decidieron ir al Congreso porque la lucha había que darla ahí. Y nos damos cuenta y ellos también se dan cuenta, de hecho en la marcha de hace dos días participaron. Diputados digamos ahí marchando como en los viejos tiempos. Porque ellos sienten también que la fuerza está en el movimiento social y que hay que lograr sobre todo hacer una Asamblea Constituyente. Ésa es la única manera de limpiar y de cambiar el aire en Chile.

Ustedes estuvieron 8 años fuera, ¿cómo se vive Chile desde fuera?

Bueno, nosotros lo vivimos en una ebullición muy fuerte. En París además de hacer una actividad profesional hacíamos mucha actividad con los exiliados. Y estábamos constantemente muy pendientes de lo que pasaba en nuestro país. Y nuestras canciones también reflejan lo que pasaba en nuestro país. A pesar que vivíamos a miles de kilómetros. Y ese tiempo que el Internet no estaba como hoy…., no, todo era de cartas o llamadas por teléfono o cada vez que venía gente de Chile, dirigentes sindicales, estudiantiles de toda índole siempre veíamos la manera de que se juntaran con nosotros y que nos contaran lo que sucedía, entonces teníamos una mirada muy directa. Y eso porque nosotros habíamos mantenido un fuerte vínculo con lo que pasaba en el Chile más profundo, con la Bolsa Cesante, con todo el movimiento social entonces cada gente que venía era gente que conocíamos, que era gente que estaba luchando adentro en Chile. Entonces con ellos pudimos mantenernos muy al día de lo que sucedía.

El retorno… […]

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